Sobre la incompatibilidad del bien y la libertad

Santísimo

Porque para poder

obrar bien,

primero hay que obrar.

 

 

 

"El hombre es por natura la bestia paradójica,

un animal absurdo que necesita lógica.[...]" - Antonio Machado

 

Este fragmento de poema de Machado, es en mi opinión, el resumen perfecto de por qué se sigue pensando que el humano actúa para hacer el bien. Pensamiento que trae problemas y dilemas morales hasta la saciedad. Trataré aquí de exponer mis ideas sobre algunos de ellos

 

Admitir que el ser humano actúa por su bienestar y beneficio; por la verdad y el bien, implica: hipocresía, porque cualquiera de nosotros ha obrado en favor o para conseguir algo que nos iba a hacer daño alguna vez; infantilismo, por no querer darnos cuenta de estas mismas veces que lo hemos hecho; y sobre todo y más grave, implica la deshumanización del culpable y del reo, una de las principales causas de las diversas discriminaciones que existen en el mundo, porque si los humanos obramos para hacer el bien, y nada más, ¿qué son los que hacen el mal? ¿Merecen el mismo trato que alguien humano?

 

La implantación de esta idea (eso creo que es, una implantación ya sea de la religión, Estado, etc.) contribuye a la homogeneización del rebaño para su más fácil manipulación, por los motivos que expliqué arriba. Los síntomas de esta implantación están claros y los podemos ver hoy en día fácilmente: el juicio al igual, donde alguien al mismo nivel y con el mismo contexto sociocultural juzga y discrimina a otro por no haber seguido "las reglas establecidas"; la demonización de la mentira y el mal obrar, si buscamos únicamente la verdad y el bien, eso convierte a las dos primeras en los peores pecados causando así que cuando caemos en ellas nos veamos sumidos en profundas contradicciones, trayendo a su vez la infelicidad típica, no solo de mi generación, si no de este siglo.

 

"[…]Nos quieren débiles, dóciles,

a cuatro pitis de ser estériles […]" - Jaloner

 

Admitirlo sería admitir a la vez, que conocemos el fin último de la vida, que sería algo parecido a lo que entendemos por bondad. Pero, si sabemos cuál es nuestro fin y las formas de llegar a él¿donde queda nuestra libertad? Si ya sabemos todo eso, tendríamos una fórmula a seguir donde todas las acciones son previsibles y no tenemos capacidad de maniobra para la libertad personal. Además de que sería admitir el fin de la subjetividad y el principio de la era de La Gran Verdad, todos conceptos ya ampliamente desmentidos por la ciencia y filosofía.

 

El ser humano no se rige por moralismos atados a un contexto en el tiempo, nos regimos por nuestra voluntad (como diría Dostoyevski o Nietzsche) o por nuestra condena a la libertad (como diría Sartre). Y ahí es donde reside la grandeza del ser humano, en el obrar antes que en un supuesto beneficio que de por sí ya es subjetivo. 

  • Autor: Santísimo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de octubre de 2025 a las 12:11
  • Comentario del autor sobre el poema: Abierto a debate, obviamente. O a aclaraciones en casa de que no haya dejado algo del todo claro. O críticas razonadas, claro.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 12
  • Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
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Comentarios +

Comentarios1

  • Sir. Black Lyon

    Saludos, estimado; comparto con usted la contraparte a su razonamiento:

    El argumento parte de una cita brillante de Machado sobre la "bestia paradójica", pero llega a una conclusión errónea. Ve una contradicción insuperable donde la doctrina católica-la cuál defiendo- ve, precisamente, el núcleo del drama humano: la tensión entre nuestra orientación al "Bien" y nuestra capacidad de elegir el mal. La "Libertad unida al Bien" se basa en una caricatura de la postura católica. Define en su postura como "los humanos obramos para hacer el bien, y nada más". Esto es, de antemano, "un hombre de paja".

    La postura católica no es que el hombre solo haga el bien. La postura es que el hombre está diseñado para el Bien (su fin último, la felicidad, Dios), pero posee libre albedrío y una naturaleza caída (pecado original) que le permite fallar y elegir un bien aparente o un mal directo. Mi argumento no es que el hombre sea perfecto, sino que es perfectible y orientado. Antítesis a lo que comparte: un argumento entero que se dedica a atacar una perfección que nadie ha afirmado.

    Con respecto a la mencionado de hipocresía: es hipócrita e infantil decir que buscamos el Bien, porque de hecho a veces elegimos el mal.
    Esto no demuestra hipocresía; demuestra lucha. Que un alcohólico en recuperación-como un servidor- desee la sobriedad (el Bien) pero sufra una recaída (el Mal) no lo convierte en un "hipócrita" por desear la sobriedad. Demuestra que su libertad está debilitada y que la lucha es real.

    La doctrina católica es la más adulta y menos infantil de todas, porque es la única que toma en serio esta contradicción. No niega el mal (como un infantilismo "positivo") ni lo glorifica como "libertad" (como un infantilismo nihilista). Lo llama por su nombre: pecado, una privación del Bien, un abuso de la libertad -libertinaje-.

    Otro punto: no es infantilismo reconocer que estamos hechos para el Bien; es infantilismo redefinir nuestros fracasos (el mal) como si fueran un acto de "grandeza" o "autenticidad". Su argumento parte de una de Machado sobre la "bestia paradójica" llega a una conclusión errónea. Ve una contradicción insuperable donde la doctrina católica ve, precisamente, el núcleo del drama humano: la tensión entre nuestra orientación al Bien y nuestra capacidad de elegir el mal. La postura católica no es que el hombre solo haga el bien. La postura es que el hombre está diseñado para el Bien (su fin último, la felicidad, Dios), pero posee libre albedrío y una naturaleza caída (pecado original) que le permite fallar y elegir un bien aparente o un mal directo. Mi argumento no es que el hombre sea perfecto, sino que es perfectible y orientado. Tu argumento entero se dedica a atacar una perfección que nadie ha afirmado. Esto no demuestra hipocresía; demuestra lucha: que un alcohólico en recuperación desee la sobriedad (el Bien) pero sufra una recaída (el Mal) no lo convierte en un "hipócrita" por desear la sobriedad. Demuestra que su libertad está debilitada y que la lucha es real.

    La doctrina católica es la más adulta y menos infantil de todas, porque es la única que toma en serio esta contradicción. No niega el mal (como un infantilismo "positivo") ni lo glorifica como "libertad" (como un infantilismo nihilista). Lo llama por su nombre: pecado, una privación del Bien, un abuso de la libertad.

    No es infantilismo reconocer que estamos hechos para el Bien; es infantilismo redefinir nuestros fracasos (el mal) como si fueran un acto de "grandeza" o "autenticidad".

    Por otra parte, que considero la más hostil es si un humano equivale a hacer el bien, entonces el que hace el mal (el reo) es "inhumano" y merece discriminación. Ha invertido la lógica. Es precisamente la creencia en un "Bien" objetivo la que funda la dignidad inalienable del reo. Desde su postura (Sartre/Nietzsche -un poco retorcidas-) si solo existe la "voluntad" y la "libertad" (obrar) sin un Bien trascendente, ¿en base a qué condena la "discriminación"? Si mi "voluntad de poder" me lleva a oprimir a otro, ¿por qué es eso "malo"? En su sistema, "el mal obrar" no existe, solo existe "el obrar". Su postura es la que lógicamente permite la deshumanización, porque "la grandeza del ser humano" es solo "el obrar", y el opresor está obrando. Desde la postura católica: La dignidad del reo no proviene de sus acciones (que pueden ser malas). Proviene de su naturaleza (su "ser"), que fue creado a imagen de Dios y sigue orientado al Bien, aunque haya fallado en elegirlo. La Iglesia distingue perfectamente entre el pecado (que se odia) y el pecador (a quien se ama y se busca redimir). Su argumento de que la religión causa esta deshumanización es históricamente falso: fue el cristianismo el que introdujo la idea radical de la dignidad intrínseca de toda persona (esclavo, reo, enfermo, enemigo). La religión no "deshumaniza al reo"; lo considera un humano caído que necesita redención, no un animal que solo necesita un látigo o un "error" que debe ser eliminado.

    Usted dice: "Si conocemos el Bien y el fin último, la vida se vuelve una "fórmula previsible" y la libertad desaparece". Esto es la confusión fundamental entre un mapa y unas cadenas. Saber cuál es el destino (el Bien) no le obliga a seguir el camino. Si le doy un mapa del Everest, ¿pierde usted su "libertad" de saltar por un precipicio? No. El mapa simplemente hace que su libertad sea significativa. Le da la posibilidad de usar tu libertad para alcanzar la cumbre, en lugar de simplemente "obrar" (vagar) sin sentido por la montaña. La "condena a la libertad" de Sartre, que cita, es una condena precisamente porque es vacía. Es una libertad sin propósito. Es la "libertad de" -por eso mencioné anteriormente que la premisa estuvo un tanto mal citada-. La libertad católica es una "libertad para". Es la capacidad de elegir el Bien y alcanzarlo. El Bien no es una "fórmula"; es un "Propósito". El hecho de que sepamos que existe un Bien (Dios, la Verdad) no elimina la subjetividad ni la ciencia; al contrario, es lo que impulsa a la ciencia (buscar la verdad del cosmos) y a la filosofía (buscar la verdad del ser). su afirmación de que "la ciencia y la filosofía han desmentido La Gran Verdad" es una declaración de fe nihilista, no un hecho.

    Ya casi termino...

    Dice que el ser humano se rige por la "voluntad" (Nietzsche). Irónicamente, esta es la justificación de toda manipulación. Si el "rebaño" es "homogeneizado" por "implantaciones" (como la religión), su solución (la pura Voluntad) no libera al rebaño; simplemente le dice al lobo (el de la voluntad más fuerte) que tiene todo el derecho de comérselo -crean un nuevos valores-.

    La idea de que la Libertad y el Bien van de la mano, no es hipocresía. Es la única postura que le da sentido a la libertad. Sin el Bien como meta, la "libertad" no es más que el nombre que le damos al caos, a la adicción y al derecho del más fuerte.

    Gracias por hacerme reflexionar, tenía años sin reflexionar sobre estos temas.



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