Tan vos

Sos tan vos que me encantas.

Si tengo el descaro y el atrevimiento de reducirte a una estrofa de un pobre verso, que algún día estando en pedo entone con gente a la que le importo un pedo.
O si tengo la indecencia y la hegemonía de pensar en lastimarte con mi incoherencia, mi desinterés o mi impaciencia o todo lo malo que acompaña a la ira.
Dormiria con el arrepentimiento y el sufrimiento de creer que un día te hice tan mía, que te olvide.

Tengo retasos de un recuerdo, en donde te veo caminando y diciendo para mi mismo con un entusiasmo esbelto que la más mínima de tus sonrisas es un espectáculo digno de la mayor atención.

Pocas veces lo expreso, por mi terquedad hacia mis sentimientos. Pero es inevitable decirte eso, que te quiero.