Crepúsculo Compartido

Luis Barreda Morán

Crepúsculo Compartido

Mi corazón late con fuerza desbordante en este instante preciso que nos pertenece.
Tu mirada brillante ha deshecho todas las sombras de mis horas más grises y solitarias.
Anhelo con fervor que nuestras manos se entrelacen para caminar juntos bajo la luna plateada.
Susurraré tu nombre con dulzura mientras la brisa nocturna acaricia suavemente nuestro rostro.
Este segundo fugaz es el regalo más valioso que el destino ha puesto en nuestro camino.

Desde el día en que tu presencia iluminó la quietud de mi mundo gris y común.
Una chispa encendió dentro de mi corazón una lumbre que crece sin control cada mañana.
Prometo recorrer contigo todos los senderos que el futuro nos tienda con esperanza.
Mi espíritu encontró en tu ser la respuesta a sus preguntas más profundas y calladas.
Juntos escribiremos una historia con la tinta dorada de nuestros sueños compartidos.

La oportunidad nos sonríe en este crepúsculo teñido de colores ámbar y violeta.
No dejemos escapar la magia que flota en el aire cargado de promesas y deseos.
Abrázame con esa fuerza que convierte lo ordinario en un momento eterno y puro.
Mañana es un país lejano donde quizás este fulgor no brille con la misma intensidad.
Permite que nuestro cariño construya un refugio contra toda duda y toda espera.

Si permitiésemos que este sentimiento se perdiera entre los ruidos del mundo frío.
Lloraríamos ríos infinitos bajo la lluvia fría de un invierno sin consuelo.
Nuestros corazones quedarían vacíos como un nido abandonado por los pájaros.
El eco de tu risa sería solo un recuerdo doloroso que atormenta mi silencio.
Nunca podríamos recuperar la luz de esta oportunidad que se nos ofrece generosa.

Acércate más y siente el calor que emana de este amor recién nacido y sincero.
Deja que tus dedos me guíen por el jardín de tus secretos y tus confianzas.
Prométeme que guardarás en tu memoria el latido de este encuentro maravilloso.
Porque la vida gira con velocidad y cada instante es único como flor delicada.
No existirá otra tarde exactamente igual a esta que nos mira con compasión.

Imagina las mañanas que podríamos llenar con canciones y proyectos compartidos.
Los atardeceres mirando cómo las nubes pintan figuras sobre el cielo despejado.
Las dificultades serían menos pesadas si las cargamos sobre nuestros hombros unidos.
Este amor puede ser el faro que ilumina nuestras noches más oscuras y largas.
No hay otro puerto donde anclar mi barco que no sea tu alma tranquila y buena.

El tiempo avanza sin piedad y no concede segundas oportunidades a los cobardes.
Nosotros podemos desafiar su ley escribiendo nuestro propio rumbo con valentía.
No mires atrás donde solo hay polvo de recuerdos y promesas incumplidas.
Mira hacia adelante donde nuestros pasos marcarán un sendero nuevo y fresco.
Toma esta decisión que temblará en nuestros labios como un beso anticipado.

Y cuando el alba rompa sobre el horizonte trayendo sus deberes y realidades.
No habrá espacio dentro de nosotros para los arrepentimientos o las dudas.
Porque habremos vivido plenamente este fragmento de eternidad que nos fue regalado.
Quedará en nuestra piel el perfume de la aventura y la certeza del cariño.
Habiendo elegido el amor contra el miedo, la vida contra la simple existencia.

--Luis Barreda/LAB

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  • Autor: Luis Barreda Morán (Offline Offline)
  • Publicado: 24 de octubre de 2025 a las 00:32
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 7
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