Llego de vez en cuando y de vez en cuando me voy.
Desde la rosa caída entre las sombras
al alegre canturrear
de manantiales,
en la música del viento
que acaricia las retamas,
en las nubes que pasan y pasan con un nombre,
su nombre,
así te escribo.
Con el único modo que he aprendido,
esta bella manera de entregar el alma,
el sentir y el corazón,
sin vanidad, rencores ni estridencias,
desde el pequeño mundo que es mi mundo
desde mi pecho de pájaro escondido,
así te escribo.
Con los ojos repletos de silencios
en el verde desierto de una pampa,
y el oído clausurado a las gentes,
a la vocinglería de veredas colmadas
de pasos ignotos, de miradas sin nombre,
multitudes de nada, multitudes vacías,
así te escribo.
Desde el tañer del carillón antiguo
que desbanda la blancura de palomas
y enternece los ojos de algún niño;
que golpea los ojos del viejo taciturno,
que recobra el recuerdo de aquel beso
que no ha sido y ya, tal vez, no sea,
así te escribo.
Desde el sueño que duerme entre mis manos,
desde el día que amanece, crece y dice
que aún estamos, que aún vivimos,
que aún no naufragamos, sonreímos,
amamos...
Poesía, mi poesía, así te escribo.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.
IMAGEN: Fuente de la Plaza Independencia, al fondo la Parroquia del Santísimo Sacramento, Tandil (Provincia de Buenos Aires, Argentina).
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Autor:
benchy43 (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 24 de octubre de 2025 a las 00:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Online)
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