Estatua de Sal
Yo fui la estatua de sal.
Un día caí al mar y me dolió tanto que llegué a odiar.
El mar ahora es mi aliado cuando irrumpe el deseo de caer nuevamente,
porque no digas que no volverás al mismo lugar.
El instante fue pesaroso, débil, e infructuoso no poder salir de allí.
Si ocurrió el transcurso en poder salir y no quise salir en realidad.
Cuando en el alma y en el corazón,
se halla el dolor efímero,
pero, tanto dolor para qué,
Fue morir con los brazos abiertos como el Cristo en efigie.
El mar succionó todo aquello que se llama cuerpo,
y me dejó en ser sólo una estatura de sal,
cuando en ¨una de cal y una de arena¨,
me dejó amar en la amarga soledad.
Y ser estatua de sal,
sólo me convirtió en una mujer fuerte,
pero, se me olvidó que las estatuas de sal con el mar se disuelven en arena,
No quise ser más estatua de sal,
cuando en el mundo real soy la estatua de hierro,
cuando el horro,
está en mi solo pensar,
y jamás pertenecer entre aguas de un mar abierto…
Frotar con los Pies a la Sábana
Dormir entre los laureles de una siesta,
es hacer una gran fiesta,
pero, llega el zumbador con su gran pico,
cuando ciento de veces como en la hora a las tres y pico,
llega a succionar la miel y el néctar de la flor,
cuando el calor y el amor son como el dolor,
pero, logro frotar con los pies a la sábana y hace fuego,
cuando yo le gano al dolor como a un eterno juego,
y no me importa nada,
cuando por frotar mis pies en la nada,
sale de la nada un suspiro,
y es cuando yo respiro,
y el zumbador como zumba y vuela,
se marcha lejos cuando no revela,
ni su nombre ni es que al amor vigila…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
Seudónimo: EMYZAG
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Autor:
EMYZAG (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 24 de octubre de 2025 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

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