Quebrada voz que implora
Hacia el norte desde el sur
El charro no ve la hora
En qué saldrá por fin la luz
El llanto lo ha aprendido
A la mala, como debía ser
No recupera lo perdido
Y a un alado verá caer
Que extraños esos ojos
Por allá va merodeando
Vuela sobre nosotros
Ya a su presa saboreando
Su piel marchita grisácea
Que es la vista de todos
Cuando sus ojos van al alza
Los cabríos ahora viudos
Dejaron chivos huérfanos
Y la cruz se hace escudo
Lo necesita el suelo llano
Tal como embate de olas
Su intento de arrebato
La garra mata por sí sola
Violento es su garabato
Mi caballo no es tu sangre
Es silueta leal y valiente
Aunque no dormir lo mate
Muerto o vivo te hace frente
Así tus alas acompañen
Mis derrotas y fracasos
No resistes sol de tarde
Ni la llama a pie descalzo
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Autor:
Poemeherio (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de octubre de 2025 a las 21:31
- Comentario del autor sobre el poema: Tras el encuentro con la mujer de blanco, el viajero cruza las tierras donde el cielo se ha visto apagado por un ser alado y misterioso, que espera en su vuelo a la próxima presa, merodeando sobre el charro y su caballo.
- Categoría: fecha-especial
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Antonio Pais

Offline)
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