Amiga.

Tú siempre convirtiendo lo más simple en algo más hermoso,
siempre siendo tú la alegría de este corazón.
Siempre convirtiendo los enojos en una mueca,
siempre fuiste tú la que me escuchaba.
Convirtiendo mi tristeza en alegría,
nunca te miré como algo más,
como aquella amiga que siempre está ahí,
siempre presente en mi vida.
Siempre tú, cantándole a la vida,
riéndote de mis tontadas y payasadas,
con una risa que contagia y alegra.
Siempre vestida de música y risa,
siempre opacando el paisaje más hermoso,
no porque no sea hermoso,
sino porque tu belleza es incomparable.
Siempre tú, la que ilumina mi camino,
la que me hace ver la vida de otra manera,
la que me enseña a apreciar lo que tengo,
y a encontrar la alegría en cada momento.
Siempre tú, en mi corazón,
un recuerdo hermoso, un sentimiento verdadero,
un amor que crece con cada día,
y que nunca se apaga.

Por: Alex Palacios