LA LATA, MI PORTAL
Me ofrecieron regalar una antigua lata
de galletitas, de las grandes, las cuadradas
que yo veía en el almacén de barrio
pero tiempo después ofrecían sus productos
en el comercio redundante llamado Galletitería
que era como el borrón y olvido del almacenero de la esquina
De chico con avidez las miraba y veía mi cara reflejada
en la ventanita redonda del deseo
cuando sin guantes sacaban los cien gramos deseados
y lo envolvían en un papel gris cortado a tijera
que se amontonaba al lado de la balanza colorada
siempre me preguntaba si lo que veía en peso era igual del otro lado
creo que solo una vez conocí a un calibrador de balanzas
para que pese como corresponde para la confianza del comprador
el almacenero abría la lata, y a veces le costaba
era como si renegara con el cierre al vacío
sacaba del agujero redondo las galletitas a granel
ya el papel estaba sobre el brillante plato metálico
para recibir la cantidad pedida
las manos hábiles armaban el primoroso paquetito
que parecía una empanada por los repulgues conseguidos
¡qué habilidad mama mía! Cuando el paquete orbitaba
Entre las dos manos que lo cerraba haciéndolo girar
Para asegurar su cerramiento final
Esto aseguraba su inviolabilidad hasta llegar a casa con el mandado
Era muy difícil imitar la envoltura que era una marca registrada
La espero con ansias porque quiero y anhelo
Volver a mirarme en esa ventanita del deseo
No sé qué pondré adentro
El sifón de vidrio y plomo, la radio Spica ya esperan a su compañera
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Autor:
julio Artundo (
Offline) - Publicado: 23 de octubre de 2025 a las 09:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Offline)
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