SIGUES A QUI PERO YA NO HAY AMOR

“Sigue aquí, pero ya no me ama” Sigue aquí, pero su mirada ya no me busca, sus ojos se pierden en un horizonte donde yo hace tiempo dejé de existir. Antes, su voz temblaba por mi nombre, sus manos eran abrigo y deseo, pero el tiempo y mis errores fueron borrando la fe que me tenía. Yo aún la amo, con la fuerza de quien llega tarde a recoger los pedazos del amor que él mismo rompió sin querer. Ahora me esfuerzo, trato de ser el hombre que merecía, pero ella ya no espera milagros, ya aprendió a vivir sin mí. A veces, cuando calla, siento que piensa en él… en ese otro amor que la mira distinto, que la escucha, que no la hirió como yo la herí. Y aunque sus palabras se visten de calma, sus indirectas son dagas suaves que me recuerdan que ya no soy su historia, solo su compromiso. Sigue aquí, sí… por nuestras hijas, porque no quiere que ellas crezcan con el mismo vacío que un día la hizo tan fuerte. Y yo, que ahora sé lo que vale su amor, camino junto a ella en silencio, amando en soledad, esperando en vano que un día vuelva a mirarme como antes. Porque a veces el amor no muere, solo se queda a vivir donde ya no lo quieren.