El silencio es pernicioso
si por dentro nos desangra...
Qué tranquilo es el silencio
cuando no te dice nada.
Y si el eco te pregunta,
no pregunta cosas raras
solo cosas de esta vida
que apretujan más el alma.
El silencio te cuestiona
y golpea las entrañas
porque siempre te despierta
como el sol de la mañana.
Si el silencio suelta un grito
que hasta rasga la garganta
es que invita a que despierten
los que duermen sobre pajas.
El silencio es pernicioso
si por dentro nos desangra...
En silencio se oye el grillo
y en los bosques, las cigarras;
y en silencio quien medita
se le cruzan las palabras
que cuestionan el silencio
cuando abundan las desgracias.
Y la voz con tono fuerte
de luchar nunca se cansa
y rompiendo va el silencio
como el viento entre las ramas.
El silencio es oportuno
para el hombre cuando caza
y también inoportuno
cuando zumban muchas balas
que asesinan los capullos
y sus pétalos que claman
un rocío de justicia
y una lluvia de hojarascas
que le abonen sus raíces
y las flores cuando nazcan.
El silencio es pernicioso
si por dentro nos desangra...
El silencio no es benigno
cuando el timorato calla
y escondiendo va las ruinas
que sufriendo van las masas.
Y los pájaros cantores
aunque llueva siempre cantan
en los bosques y los mares
y a lo largo de sus playas;
en los árboles, los riscos,
o laderas empedradas,
cuando sabe que su canto
se convierte en una lanza.
El silencio es una forma
de temor a alguna daga,
que aparezca con su filo
que el protervo desenvaina
con poder y con soberbia
siempre en nombre de la «patria»
aunque sea un tepezcuinte,
roedor como las ratas
que si duerme y se descuida
un tigrillo bien se lo harta.
El silencio es pernicioso
si por dentro nos desangra...
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Autor:
Freddy Kalvo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2025 a las 11:28
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 0
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