"A la Roja Gracia"
Por Carlos Mañas Aquino
Gracia… ¿qué es gracia?
¿Una virtud? ¿Una cualidad?
Podría decirse que sí,
pero en vos es algo más.
Oh, extraña mujer de cabellos de flama,
no sé qué siento por ti,
mas temo que ese sentimiento
jamás responderás.
Siento tu lejanía,
fría como un invierno moscovita,
afilada como un puñal.
Veo mi corazón ante ti,
latiendo con amor —
con ese brillo punzó
que se refleja en tu mirada—
y sé que no deseas más
que una gota de mi océano.
Hipnotizado quedo ante tu fuego,
ante tu cabello anaranjado,
tu alma roja punzó
como el corazón del noble caudillo
restaurador de las leyes.
Mas el destino es cruel:
en Cáceres caerá mi alma,
condenada a mirar de lejos
lo que ama.
Anhelo viejos amigos,
los mates con Quiroga e Ibarra,
las charlas bajo un cielo sin traiciones.
Día tras día sueño
con la imposible posibilidad
de que pienses en mí
como algo más que un eco.
No sé qué soy para vos:
¿un amigo? ¿un estorbo? ¿un olvido?
¿Acaso existo en tu mundo
más allá de mi presencia física?
¿Acaso mis palabras
resuenan alguna vez en tu mente?
Quizás no.
Quizás solo oís mi voz
por costumbre o cortesía.
Quizás para vos
no soy más que una mancha irrelevante
en el lienzo de la existencia.
¿Tan olvidable soy yo?
Yo, que sueño con no ser olvidado,
con ser feliz,
con ser valioso
para no ser abandonado.
Y sin embargo,
no me queda mejor forma de amar
que mantener mi frente en alto,
que solo ante la muerte caerá.
Porque aunque tu corazón —tan rojo punzó
como tu alma—
no desee nada de mí,
seguiré amándote
desde el silencio,
como un soldado que jura lealtad
a una bandera que nunca lo verá morir.
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Autor:
Carlos Mañas Aquino (
Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2025 a las 00:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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