Te ofrezco mi amor sin exigencia,
como quien deja flores en un templo cerrado.
No golpeo la puerta, no grito tu nombre,
pero mi presencia queda, intacta, consagrada.
Te ofrezco mi amistad como fuego lento,
no para que la tomes, sino para que sepas
que existe, que vive, que no se retira
aunque el silencio la envuelva como niebla.
No me apago porque no me recibas.
No me marchito porque no me nombras.
Soy llama que no depende del viento,
soy verso que no necesita respuesta.
Si alguna vez vuelves, aquí estaré,
no como espera, sino como altar.
Y si no vuelves, también estaré,
como testigo de que te amé sin miedo.
🥀🍃🍂
Annabeth Aparicio de León
Todos los derechos reservados©
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Autor:
Annabeth de León (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 23:04
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
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