Vida, por favor…
sana el dolor que no puedo contarle a nadie.
Ni siquiera a mí mismo.
Ese que no tiene nombre, ni forma, ni explicación,
pero que se sienta en el pecho como si la vida se oxidara por dentro.
No sé cuándo empezó.
Tal vez cuando dejé de creer que las cosas podían mejorar,
o cuando comprendí que la fe no siempre basta para detener el vacío.
A veces siento que soy un eco dentro de mí,
una voz apagada que grita sin sonido,
que pide ayuda y nadie escucha.
No lo cuento, no porque no quiera,
sino porque no sabría cómo.
¿Cómo explicas un dolor que no tiene causa,
solo existencia?
¿Cómo se traduce la sensación de estar vivo y, aun así, no sentirte parte del mundo?
Vida… si de verdad estás ahí,
no te pido milagros, ni respuestas, ni luz.
Solo calma.
Solo unos segundos sin ese peso invisible que ahoga incluso cuando respiro.
Solo un instante sin la necesidad de fingir que todo está bien.
He aprendido a esconder mi tristeza detrás de sonrisas cansadas,
a disfrazar mi silencio de calma,
a hacerme creer que el dolor es parte del plan.
Pero a veces dudo si hay plan, si hay sentido,
si la existencia no es solo un largo intento de curar lo que nadie ve.
Vida, si me escuchas,
no me devuelvas la esperanza,
porque ya no sé qué hacer con ella.
Solo tómame en lo profundo del silencio
y haz algo con este dolor que ni siquiera yo entiendo.
Hazlo desaparecer, o al menos,
hazlo dormir por una noche.
-
Autor:
Adrian (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 20:27
- Comentario del autor sobre el poema: Hoy soy mi propio enemigo una vez mas...
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.