Constantemente no entendemos el sentido del tiempo,
ignoramos lo efímero que es,
olvidamos la finitud de nuestra propia existencia.
Pensamos que el tiempo define lo que puede sentir el corazón,
sin ver lo utópico que ese límite puede ser.
Sin embargo,
te enamoras de un atardecer en el instante en que lo ves,
te encanta una rosa en el mismo momento en que la encuentras.
Y no te detienes a notar
que todo sucedió en un breve parpadeo,
que no hicieron falta años
para descubrir lo hermoso del instante.
Entonces comprendes
que el amor no necesita del tiempo,
porque en su ausencia
también florece lo eterno.
Comentarios1
Bueno, bueno. Felicitaciones.
Saludos.
R
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