Tantos ojos me miraron
sin saber lo que veían
tantas lenguas criticaron
ajenas, a que sentía
que mi vida fue defensa
y emplee todas mis fuerzas,
a explicar lo que quería.
Tantas manos me agarraron
como cadenas de carne,
que a pesar de liberarme
me hicieron sentir esclavo,
soportando comentarios
que fueron falsas verdades
y causaron tanto daño.
Tantas mentiras se hablaron
sobre mi, que consiguieron
que a muchos les diera miedo
y respeto, a otros tantos
¿ quién conoce mi verdad
quién, se ha puesto de mi lado?
o sabe mi realidad.
Y mi verdad, solo es una
no la puedo disfrazar
no puedo disimular
lo que siento con la pluma,
y seré en el camino
el bache que hay que saltar
y las espigas del trigo.
Seré balanza a pesar
y la rama del olivo,
el agua que escupe la mar
o la escarcha, para el frío
seré enemigo, o amigo
del que me quiera atacar
pero nunca el vencido.
Tanta envidia he sentido
transformada en comentarios
que a veces, paso de largo
y otras veces me retiro,
tantas veces solo escribo
pero siempre voy versando,
cuando hago este camino.
Soy la hoja de ese árbol
que en el suelo, se ha podrido
la escama de un dinosaurio
o el sabor de lo prohibido,
pero tantos han querido
entenderme, sin saber
que escribo lo que he sentido.
Tantos ojos, tantas manos
tantas cadenas y envidias
que mis versos se han quedado
condenados en poesía,
nadie escucha lo que hablo
nadie sabe de mi vida
todos son, juez o letrado.
Y pasan meses, pasan días
entre las letras perdido
y entre versos repetidos
voy buscando una salida
es inútil, no la encuentro
no consigo que mis versos
aunque quiera, tengan vida.
Así lo digo y lo siento
y así, espero que vengan
esos días que mis versos
entre la muerte, revivan
unos tanto me quisieron
otros, apenas me miran.
CAMPOS DE JAEN
Aún recuerdo el olor de los olivos
las sombras, bajo sus pies
aún conservo los recuerdos, de ese niño
por los campos de Jaén.
Las mañanas de secano con su brillo
de sangre verde aceituna,
el olor a manzanilla, a romero y a tomillo
las cortezas de sus troncos, siempre duras.
El canto de gorriones por las ramas
el pasar, de caballos por la orilla
y la calma que me dio su madrugada.
Por los campos de Jaén tuve mi infancia
entre olivos desgastados por la vida,
entre olor a tomillo y manzanilla
lo recuerdo, entre risas y entre lágrimas.
-
Autor:
Letras y poco mas (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 15:45
- Comentario del autor sobre el poema: pues nada en mi sitio sigo....
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.