No pises esa hoja que hay caída
en el regazo de la tarde.
Todavía una tenue luz la dorará,
aunque marchita.
Que tu pisada sea blanda
sobre la tierra que pisas.
Deja que al amanecer
el sol encuentre su reflejo
en el agua,
y ve despacio, sin prisa.
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Autor:
Luis de la Rosa Fernandez (
Online)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 12:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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