Pongo el guarismo de una página
en un libro en formato epub, sale
la página buscada, descuadrada,
como de un formato equivocado,
pincho el índice para aproximarme
a esa página de forma canónica, es
decir, según quien pergeñó el libro,
y llego a ella, como dios manda, cua
drada y bonita para ser leída, pero no
de la forma que me gustaría, es decir,
encontrándola directamente por el bus
cador que sale en el ángulo superior
izquierda del rectángulo literario en que
consiste la ventana que sobre la panta
lla se muestra, leterada, bonita, apeteci
ble a los ojos, con la esperanza en que
el contenido sea justo, se compadezca
con el aspecto, con lo que promete.
Principio la lectura y voy entrando en
vereda, voy sucumbiendo a la seducción
que el autor de esas letras imprimió adre
de en ellas para que su obra, u obrita, fue
se objeto de comercio y lucro, y de paso,
y más importante, de satisfacción personal.
Levanto de la sopa de letras la vista para di
gerir lo leído, para que me entre en vena,
que se diluya en la sangre y me alimente ca
da célula, y, con ese pábulo reciente, escribir
mejor, con menos hambre, más nutrido, rela
jado emocionalmente, como si no me impor
tase nada, o casi nada, y lo que salga fuese
dictado por algún númen.
Pongo un guar..., y me da coraje; quiero,
procuro, que lo que pienso se haga materia,
sea...
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Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 07:38
- Comentario del autor sobre el poema: De mis cuitas letéreas, que no literarias —me da cosa llamar literatura a lo que hago, aunque creo que algo sí es...—
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 4
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