Me senté en un banco,
Solo ah pasar el rato,
Para ver si regresabas,
como lo pintan los cuentos de hadas.
Pero no llegaste,
Realmente no fue culpa tuya,
Fue por mi culpa, oh mi culpa..
Te busqué entre sombras,
en susurros del viento,
anhelando un regreso,
un eco de tus sentimientos.
Las promesas que hicimos,
se desvanecieron en el aire,
como hojas en otoño,
perdiéndose en un instante.
Sé que fallé,
que rompí la confianza,
pero aquí estoy,
con el corazón en la balanza.
Quiero aprender,
quiero sanar,
no por mí,
sino por lo que podemos alcanzar.
Así que, si hay un camino,
aunque sea difícil de andar,
te pido que me guíes,
y juntos podamos volver a soñar.
Sin apuros, sin afán.
Solo el silencio que perdura, al caminar.
Te pido y suplico,
Que de mi te vuelvas enamorar...
El sonido del mundo.
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Autor:
(¡¿?!) (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 01:16
- Categoría: Triste
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais
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