En Reconstrucción

Luis Barreda Morán

La Reconstrucción


Con qué esplendor avanzas en la calle, segura de tu andar y de tu suerte,
mostrando una alegría que es constante, que nace de las grietas del olvido,
y que brotó al encontrar nueva ruta, dejando ya la antigua yerta duda,
con una luz interior que te constituye, que de tu ser la esencia hoy incluye.

No sigues lo que dicta la otra gente, tu propio corazón es tu guía,
vistiendo con orgullo tu presente, colores que tu alma te teñía,
y con ese valor que ahora despliegas, conquistas cada espacio que recorres,
demostrando que tu espíritu no entrega su orgullo a lo que el vulgo siempre adora.

Tu rostro muestra una quietud serena, como un lago en un día de verano,
que ha calmado por fin su antigua pena, borrando todo rastro del daño,
y en tu pupila hay una chispa pura, un faro de esperanza y de futuro,
que ilumina con tenue dulzura tu camino seguro y maduro.

Amas con un estilo tan propio, sin ataduras que tu vuelo impidan,
libre de los prejuicios que tan cobardes roban la esencia que a las almas brindan,
das tu afecto de un modo tan sincero, como un río que fluye hacia su meta,
y en tu pecho no existe el más ligero temor, tu amor es una tarea completa.

Pareces ya esa imagen perfeccionada, la que en sueños algún día imaginaste,
con una fuerza interior sagrada, con la que todo obstáculo aplastaste,
y tu hambre de existir y de gozarlo, de saborear cada instante de este mundo,
es un fuego que nadie podrá apagarlo, un designio profundo y fecundo.

Tus ojos brillan con un sol interno, tu risa es un cantar de madrugada,
y hasta aquellas heridas del invierno son ahora prueba de tu reciente aurora,
son señales que el dolor te ha concedido, pero que ya no duelen en tu alma,
son parte de tu leyenda y de tu mito, de tu historia personal y de tu calma.

Te forjaste de nuevo con paciencia, cada fragmento roto fue unido,
creando con amor y resistencia una figura de arcilla , un nuevo nido,
y de aquel caos surgió una belleza más fuerte y más valiosa que el diamante,
una esencia cargada de entereza, una mujer triunfante y radiante.

Qué majestuosa es ahora tu presencia, tomando el control de tu destino,
no es común ver tanta resiliencia, nacer de un lodo tan mezquino,
eres ejemplo de que se puede volver, de levantar la frente con orgullo,
y es más brillante tu nuevo amanecer, porque empieza después de un largo oscuro.

Pisas con fuerza toda la amargura, los pensamientos que te hacían daño,
demostrando una gran entereza, vencedora en tu propio batalla,
y te sientes más libre y más potente, desde que decidiste ser valiente,
desde que a tus fantasmas enfrentaste y con tu propia verdad te salvaste.

Imponente te muestras a los ojos, de aquellos que alguna vez dudaron,
tu voz ahora tiene otros sonidos, con un poder que ellos no esperaron,
has callado las bocas que hablaban, con la simple acción de tu victoria,
y tu vida es la prueba que gritaba que se acaba toda penuria.

Es grandioso observar a una persona que recuerda el poder que lleva dentro,
que se yergue y que nunca se doblega, que es dueña de su mente y de su centro,
que con paso firme y mirada clara, se sabe capaz de cualquier cosa,
y su mundo transforma y repara con una voluntad poderosa.

Defiendes con pasión tus creencias, no permites que nadie las derribe,
construyes con esfuerzo y paciencia los sueños que en tu interior describen,
y aunque alguno no esté de acuerdo y diga, tu firmeza no se desvanece,
porque en tu interior una antorcha crece y su llama tu rumbo enaltece.

Eres bella desde aquel momento en que al espejo tus ojos miraron,
y rompiendo el hechizo del tormento, a los miedos antiguos se negaron,
y enjugando el llanto de tus mejillas, decidiste borrar las sombras,
para llenar de luz tus maravillas y cambiar todas tus propias horas.

Qué hermosa eres mientras vas luchando, con tus metas y anhelos por delante,
sin cesar ni un segundo tu vuelo, con un corazón siempre indoblegable,
sigues creyendo en lo que parece lejano, construyendo tu propio paraíso,
eres dueña de tu propio mañana, y ese es tu mayor y mejor hechizo.

—Luis Barreda/LAB

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  • Autor: Luis Barreda Morán (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de octubre de 2025 a las 00:36
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 5
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