Recuérdenme como soy

Quiero que me recuerden como soy,  
porque alguna vez quise ser talentoso,  
quise ser carismático,  
y sentía que mi corazón desbordaba amor  
por quienes me rodeaban.

Por favor, recuérdenme como soy:  
soñaba con cambiar el mundo  
y con piezas de amor construir mi historia.

Recuérdenme como soy,  
aunque nunca destaqué en nada.  
Algo me faltó para brillar,  
pero tenía sueños bonitos  
y siempre quise hacer el bien.

Recuérdenme como soy,  
un hombre simple,  
que quizás en otra vida pueda —o no— reencarnar,  
para volver a nacer  
e intentar todo lo que no pude hacer en esta.

Recuérdenme como soy,  
porque creo que fracasé.  
Me senté en el parque a mirar el cielo,  
con la mente perdida  
en cómo sería ese éxito que soñé  
y nunca logré.

Recuérdenme como soy:  
quise amar a una mujer,  
y fracasé.  
Pero de verdad,  
yo soñaba con amar.

Recuérdenme como soy,  
un hombre que por bueno sufrió,  
que hizo del bien su mal,  
y cuya bondad fue malentendida.

Recuérdenme como soy,  
un hombre que parecía de mentira,  
cuya bondad parecía imposible,  
pero que de vez en cuando  
te dibujaba una sonrisa…  
o al menos lo intentaba.

Recuérdenme como soy,  
un hombre simple que anhelaba la paz,  
que miraba el mundo con ojos de amor,  
y que no lo comprendió,  
porque no le alcanzó la vida.

Recuérdenme como soy,  
como me ilusionaba la vida,  
como amaba y hablaba con amor.  
No olviden que luché siempre,  
que hice lo mejor que pude,  
aunque a veces quedé debiendo.

Recuérdenme,  
aunque no hice méritos para ser recordado.  
Solo fui yo:  
un hombre simple,  
como cualquier hombre simple que ha existido.

No se olviden que luché hasta el final.  
Y quizás ese sea mi único mérito:  
haber luchado.  
Y por eso,  
ser recordado.