En mi eterna y desesperante soledad,
he sembrado el resentimiento bajo mis raíces,
la ira me domina, pero la tengo atada y callada por el silencio,
el tiempo se tarda en atraparme, porque ya no me muevo,
arrecha, con la sangre hirviendo,
protejo a todos del animal salvaje que tengo dentro,
encerré a mi corazón en esa jaula enorme,
para que se lo devore la bestia,
le indique que no deje ni escombros y me haga caminar nuevamente recta,
derecha, con la cabeza en alto, daré la venia,
y le enseñare al mundo que es la presencia,
dejando atrás mis carencias,
en un mundo lleno de riquezas.
-
Autor:
Tu novia eterna (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2025 a las 13:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.