Si falto es que me he ido, válido el veneno que empezó por el oído...
La disparidad se cierne sobre el campo...
Confuso es todo rumbo ya con esta luz de atrás.
Muescas en mi espíritu de los cambios que he pasado.
Cuánta soledad se me escapa de las manos
cuando nos amamos hasta más de donde habrá final.
Cargo un fardo muy pesado del que nada me distrae.
Si cayera yo tan bajo que ninguno salga de ella
ya no más quisiera si acaso entonces pueda
desear algo con fuerza hasta que me venza la fatiga.
Fatídica la hora en que pedí yo esto que siga,
cada sílaba perforándome más hondo el corazón
hoy con otra voz muy distinta ya a la mía.
Escondida en mi cabeza inhóspita la ciencia
que se aplica mendigo humildemente tan sólo una caricia
de esta brisa en su vaivén entre mis vísceras
si es que no la asfixia la misma pesadilla.
Tengo a mi alrededor siempre cornisas codiciosas,
de vivir que son las prisas inmerso en la ilusión,
y tenso por si osan dar un paso solo cerca del embrollo
que yo pienso recóndito en un universo contiguo,
contigo ante todo lo que deparar pueda el destino.
La mirada confiscada por orgullo de un gran místico
todavía se emancipa procurando su refugio
entre el estremecimiento de esas ramas,
y más ahora que la fiebre alcanza cúspides históricas
de euforia y se contradicen las palabras que deforma
por narices tenerlas gordas hasta un límite que asusta,
pero es tan sólo la impresión primera y siguen otras
sin que medie aquí jamás misericordia.
Me posiciono en mis rincones por lo que más ahora me importa
si he de doblegarme finalmente así quede en otro el sol
tal vez pues desembocó algún error mayor de sobra tanto aliento
cuando ahí dentro nunca estoy por diversión.
Que me digan que entro en bucle. No lo dudo: eso soy.
Para siempre en este asunto pondré el punto final a toda discusión.
Las mentiras y el ridículo al que me tiran, de ambos gozo
cual si fuera casi hermoso lo sufrida que es la vida.
De la fibra de este triste tú tan pronto repetiste.
Si es de mí que voy al traste atrás todos felices.
Perdí la compostura y ahora casi hasta mi parte.
Tal vez nunca te importe pero tengo un compromiso.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.