En mis sueños te vi

En mis sueños te vi

En mis sueños te vi,
y desde entonces no dejo de buscarte cuando despierto.

Antes de vos,
el cariño me parecía ajeno.

Había miradas que dolían,
bocas que querían mi piel,
pero no mi querer.

Aprendí a pensar
que el afecto no me llamaba,
y que conmigo no tenía nada que ver.

Y entonces apareciste en ese sueño,
sin permiso,
sin aviso,
sin lógica,
pero con compromiso.

Me descubrí deseando tus besos
como se busca el aire
para poder respirar.
Tanto, que dolía no tenerlos.

Tu abrazo no pedía nada,
como si siempre me hubiera estado esperando.

Amaba estar entre tus brazos,
con mi cabeza en tu pecho,
escuchando la melodía
que tus ansiosos latidos
me dedicaban.

Me regalabas calma.
En serio te amaba…

Sentía tus manos temblar entre las mías, frías…
Me dijiste que eran tus nervios los que estaban hablando...
Quise ser tu abrigo
sin entender por qué.

Nunca me mostraste ausencia 
siempre me hiciste sentir plena,
amarte se me hizo fácil,
ahora solo puedo extrañarte.

Con tu mirada tan tierna
llenabas mi corazón.

Desperté con un vacío nuevo
que antes no existía:
el espacio exacto de tu nombre
carcomiéndome el pecho.

Desde esa noche
algo en mí busca lo que no sabe explicar:
el olor de tu cuerpo,
el recuerdo de la mirada
que nunca viví despierta,
y ese modo tuyo, aunque sea un sueño,
donde me quieres de verdad,
me hace ansiarte en esta realidad.

Quiero encontrarte,
amarte,
y mi corazón entregarte.

Te lo prometo, amor mío:
nunca voy a dejar de buscarte.