Confluencia

porfavorvivir

Hace tanto ya que la hoja se ha ajado,
que la tinta empacó y que mis sentimientos se marchitaron.
Hace tanto ya, que ni mi más vívido recuerdo,
ni mis más frondosas inquietudes
son capaces de verse en la hoja sin fluctuar entre el recelo y la antipatía.
Sin embargo, corren en contra de mis palabras: mi memoria, mis manos y una confluencia,
y habrán gañido al percatarse de tal vehemencia.

Estropicios después de un agur,
cirugía in situ errónea al papel.
Necesidad continua de escapar del tropel,
una quebrazón ineludible vista por el augur.
Aquel sur usurpado por su sialismo que,
de haberlo oído, de haberlo visto, habría distado.
Hube distado, previendo así el pretérito,
que colérico y anhelante él,
de nuestros litigios se alimenta, ¿o es que no te das cuenta?

Y llevas a tu cien el concluyente,
la aplastante in fieri que te entregará o no la llave,
porque después de todo, te descubrís arrebatado de un oyente.
Con el tiempo, en un segundo,
tu eminencia tenar abandona la tirantez.
En un segundo también,
ves su cabellera ondeante bailotear,
sus uñas tersas rasguñar el céfiro,
las palmas efusivas de ella comiéndose a cucharadas el paisaje.

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