Todo mundo dice que las personas están destinadas, unidas por un hilo rojo que las une, y pienso que están en lo correcto pero no siempre el hilo rojo tiene la razón, la vida es así nada es perfecto porque si lo fuera qué sentido tendría la vida si se trata de mejorar y cada día avanzar, es maravillosamente ser imperfecto, pero ese hilo rojo llegó de una manera que me encarceló cuál gorrión en su jaula sin escapatoria, sin esperarlo sin buscarlo, y el hilo enlazó nuestras almas, como un engranaje totalmente perfecto. Pero no todo termina bien, sin darme cuenta el hilo rojo rodeaba mi cuello, cada vez era más tenso, porque el que decide amar está destinado a sufrir no siempre es felicidad, todo puede cambiar de un día al otro. El día que te marchaste tensaste el hilo rojo más de lo debido llevándote mi vida entre tus manos, un cuerpo vacío sin alma, solo un recipiente hueco nada más, te llevaste mi alma la arrancaste sin dudar o ya la habías arrancado tiempo atrás solo que tenía que asimilar la realidad, hundido en la cruda realidad. Comprendo entonces que el hilo rojo no es rojo por el amor es rojo porque el amar implica sangrar, porque los que dicen que el amor es hermoso son aquellos que no conocen su verdadera forma pero quien dicen que es feo y doloroso son quienes gozan de haberlo conocido.
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Autor:
Santiago Pesantez (
Offline) - Publicado: 19 de octubre de 2025 a las 09:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR

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