La poesía no nació sólo
de la belleza y el dolor,
sino también de
algo tan elemental como la
ausencia de
alfabetización.
Aunque quisiéramos evitarlo siempre será así y quizás unos pocos, sólo unos pocos, seamos capaces de reconocerlo y aceptarlo aunque casi nunca sucede de esta manera. Es más fácil, mucho más fácil y decidido, reconocer que hace años, o quizás media vida atrás, nos equivocamos en algo – en lo que sea -, que reconocer que lo que hicimos y ocurrió sucedió tan sólo diez minutos antes; y es ahí entonces donde debimos descubrirlo pero no ocurrió hasta esos años o media vida después en que los recuerdos quizás hayan borrado las emociones o incluso algunos sentimientos pero no la memoria.
Después de mucho tiempo – o cada cierto tiempo -, siempre volvemos al ayer lejano y descubrimos que aún no es el tiempo deseado y esperado para olvidar. Descubrimos entonces que necesitamos ver las cosas desde la verdadera distancia; desde la otra medida que es el tiempo, ese que nos da y nos entrega el espacio infinito de la ausencia. Desde ahí hay, existen y quedan, cosas que quizás fueron importantes pero que no supimos verlas; otras que quizás dejaron de serlas y por suerte también otras que siguen y seguirán siendo siempre necesarias. Desde la lejanía es de donde uno aprende y descubre la verdadera esencia de cada momento, de cada instante gastado de nuestra vida, de lo vivido y así es que también comprendemos del alma de todas las personas con las que nos hemos cruzado en nuestra existencia aquí.
Cuando la vida nos ofrece cambios bruscos sin posibilidades de rechazarlos es cuando el alejamiento de tantas y tantas cosas – e incluido personas – nos permite ver y estudiar con serenidad lo que hemos vivido, lo que hemos recibido y a veces dado desde un lugar seguro, desde una seguridad a veces material y a veces humana. Pero hay que tener cuidado porque todo es y ha sido siempre cambiante – ley terrenal de vida -, y todo queda tan tan inmensa y extrañamente lejos que de todo ello sólo vemos un puntito insignificante.
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Autor:
Nkonek Almanorri (
Offline)
- Publicado: 18 de octubre de 2025 a las 16:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: mauro marte, Javier Julián Enríquez
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