Le escrivi a el equivocado

Mp Miranda

Me sentía perdido, pregunté por Dios y nadie contestó.

Una voz gruesa, pero con alma, me habló:

era su bello ángel, ese del que dicen que lo traicionó.

 

Dialogué con él sobre su historia, de cómo fue.

Me dijo: “Nunca fui malo,

solo que Dios nunca me dio fe.

Dos copas, un tabaco

y mi mejor amigo: Lucifer, el ángel caído, él fue.”

 

—¿Eres malo? —le pregunté—.

¿Por qué en el infierno?

¿Por qué Dios te mandó aquí,

en donde el calor es igual que el frío del invierno?

 

Me tomó del brazo, tapó mis ojos y me llevó ahí,

ahí donde los humanos tienen miedo de ir,

a su reino, donde él fue a vivir su infierno,

donde el calor es parte de la vida

como las letras del compositor.

 

Me dijo: “No tengas miedo”.

Al verlo en su reino, el rey lloró.

“¿Tú crees que quise esto?”, contestó.

“Era el preferido de Dios y aun así me mandó.

Me escogió, me eligió para su guerrero,

su mejor misión.”

 

“Estoy cansado.

¿Crees que soy malo?

Solo cuido que los malos sean castigados,

y los humanos piensan que soy villano.

¿Soy malo, o vivo solo, atado,

encerrado a este lado?

 

No todo es cierto, no me divierto

al ver humanos masacrados.

Es mi trabajo ahogar a los agotados,

maltratar a los odiados

y odiar las almas que nunca aprovecharon amar.”

 

Sin más, me cambió de lugar,

me llevó a la orilla del mar.

Dijo: “Qué maldita casualidad,

estoy atado al fuego, al dolor,

y mi alma solo anhela paz,

así como las olas del mar,

que me dejen de odiar

y me empiece alguien a amar.”

 

“Los humanos, los enanos, los hermanos,

todos piensan que los ángeles no sentimos,

no vivimos, que solo trabajamos y no odiamos.”

 

En fin, él continuó contándome todo

y me pregunté:

¿Por qué criticamos a alguien

que solo cumple su trabajo?

 

Le pregunté:

“¿Eres responsable de lo que ocasionan los humanos?”

Con una lágrima contestó:

“Los castigo, los hago sufrir,

y duele. Si sonrío, es para tapar el dolor

de ver cómo, por un error, terminan conmigo.”

 

Me dijo:

“Soy el Diablo, el malo…

pero también siento, amigo.”

 

De pronto, un abrazo, un adiós.

Quería que alguien vivo viera lo que vivo.

Desperté, vi una luz en la cama,

preguntando: “¿Estoy vivo?”

Y recapacité.

Dije: “Dios, ¿eres malo?

Él solo era tu ángel, tu mejor soldado.”

Despierto y me pregunto:

tal vez ese día le escribí al equivocado.

 

Lucifer no es malo,

es el ser, el mejor soldado.

Pelea al ver cómo fallamos los humanos

y llora por nosotros.

Pensamos que él es malo

y nosotros mismos nos estamos matando.

Me pregunto:

¿El Diablo es malo, es el más villano,

o solo es el mejor ángel que Dios ha intentado?

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  • Autor: Mp Miranda (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de octubre de 2025 a las 04:49
  • Comentario del autor sobre el poema: Espero y les guste tengo 19 anitos saludos desde mexico
  • Categoría: Espiritual
  • Lecturas: 1
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