Como gotas de rocío,
recorrían su rostro
hasta caer a sus pies.
La pena se le agarró al alma,
sin querer.
De su pecho —abierto como una jaula—
voló una paloma blanca,
con una rama de olivo en sus patas.
Vuela en círculos sobre ella;
suelta la rama.
Ya no es la niña que era.
Sus manos carmesí
intentan contener
lo que ya se ha ido.
Un corro de lamentos la rodea,
como barrotes.
Le gritan con diferentes voces:
—¡Deberías recuperar ese soplo blanco!
¿Ha sido culpa del sino,
de un aciago capricho?
De eso, nada su saber entiende:
solo un misterio
ante el que ella asiente.
Rubén Romero Toledo © 2025 todos los derechos reservados
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Autor:
_Incipiens_ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de octubre de 2025 a las 18:48
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Hernán J. Moreyra, MISHA lg, Éusoj Nidlaj, EmilianoDR, Santiago Alboherna, Mauro Enrique Lopez Z., Nelaery, Salvador Santoyo Sánchez, Rafael Escobar, Annabeth de León, Mael Lorens, Baltasar tarso, El Hombre de la Rosa, Alma Eterna, Mª Pilar Luna Calvo, rosi12

Offline)
Comentarios3
bellas letras espirituales poeta
gracias por compartir
Un corro de lamentos la rodea,
como barrotes.
Le gritan con diferentes voces:
—¡Deberías recuperar ese soplo blanco!
¿Ha sido culpa del sino,
de un aciago capricho?
besos besos
MISHA
lg
Bellas letras inspiradoras querido poeta. Un placer leerte siempre. Saludos y abrazos!!
Un corro de lamentos la rodea,
como barrotes.
BELLAS LETRAS , GRACIAS POR COMPARTIRLAS BUEN COMIENZO DE SEMANA
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