Embarazada

Erika Castillo

EMBARAZADA 

 

Desde la noticia que trae alegría, asombro y conmoción, 

hasta contrariedades y abandonos, donde todo es emoción,

un susto que es justo, cada ser humano experimenta su reacción,

unos y otros: desde la mente y la razón, desde el alma al corazón,

Todo eso es normal… quizás, hasta abrumador.

 

Es que la concepción, es el comienzo de una vida, eso,

no tiene discusión, lo digo con total convicción en esta ocasión,

y no discutiré —ni siquiera en un poema—, del porque algunos creen

que pueden tomar acción o peor, que se trata de su decisión.

 

Es que transitar por un embarazo, es una ruta hermosa pero incierta,

que merece comprensión, pues se entiende que no estás enferma,

ni que ahora tienes un problema o alguna discapacidad, solo aceptar,

el mundo no te debe nada y la sociedad no te tiene por qué ayudar…

 

Para eso está el sistema y las personas involucradas que ejercen

su profesión, con ética, conocimientos, amor y mucha dedicación.

Hasta ahora en mi discurso, me refiero a temas que orden social,

escrudiño y, no hay tramas espirituales ni hablo de una bendición.

 

Pero, ¡que distinto sería, si de todo esto se hablara en la educación!

nos tomáramos el tiempo para enseñarles a todos desde pequeños,

de lo difícil que pueden ser, los temores y las angustias de una mujer,

del dolor que vive su cuerpo mientras divaga, entre la alegría de la vida que lleva ella y la tensión de esa etapa que empieza con ese ser…

 

¡Solo aquellas que lo han vivido, conocen de lo que aquí hablo hoy!

De esos pensamientos que descolocan y las emociones a flor de piel,

de dolores intensos e instantes eternos, que giran como un carrusel, entre el miedo y el amor, entre la espera y la revelación, de ese ser. 

Pero nada se compara con el momento que me inspira hoy: soy ella.

Es que el día llegó y todo cambió, eres voz y olor, sonido de amor, 

eres del mundo respiración y de mi vida clamor, realidad e ilusión,

y aunque el miedo era real y la expectativa brutal, el día ansiado llegó,

no hay marcha atrás, y ahí estás, tan pequeñito, y de mí, necesidad.

 

Solo una Madre, sabe lo que debe resistir para dar vida a otro ser, ayudarlo a nacer y acompañarlo en el proceso que es crecer; entonces,

de los demás mortales, respeto y admiración para ese ser:

Tú, Madre, ¡Mujer!

by Erika Castillo

© 2025 · Todos los derechos reservados

  • Autor: Erika Castillo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de octubre de 2025 a las 04:48
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
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