Una bella flor

Una bella flor...

Una bella flor con aroma a limón.
No me importa tu olor, sino tu corazón.

Una bella flor,
no me importa si no me amás,
pues aquí te esperaré
aunque no digas nada.

Una bella flor,
me conformo con mirarte,
aunque mi alma grite en silencio
las ganas de abrazarte.

Te pienso de lejos,
sin tocarte, sin hablarte,
con la angustia en el pecho
y el deseo de besarte.

Hay cobardía en mi voz
y temblores en mi calma,
un corazón que se desarma
cuando tu mirada me abraza.

Quisiera amarte sin miedo,
sin sentir que te molesto,
pero cargo con la duda
y este amor que no se anula.

Y aunque la tristeza abruma
y mi esperanza se esconde,
tu presencia me consume
aunque jamás me respondés.

Una bella flor
que no sabe que lo quiero,
pero igual florece en mí,
callado y sincero.

Lo pienso cada instante,
sin poder tocarlo…
un deseo que arde radiante,
y me quema por dentro, sin consuelo.

Te quiero en silencio,
un fuego que no se ve,
aunque tu risa traviesa
me haga temblar de pie.

Aunque tú solo sonrías,
mi amor nunca se enfría.

Escenarios inventados,
tomados de la mano,
besos nunca dados.

Siento miedo, duda, inseguridad y angustia,
un inmenso querer...
y aún así este corazón
se atreve a arder.