Los peregrinos de ultramar

Margarita García Alonso

La noche en mi espalda,
fijo la estrella que sacude el iris,
a merced del dedo nervioso
que arranca florecillas.

Soy la huérfana de la estación
tras la humareda de la tisana.

Es invierno,
respirar nubla la casa
que nunca existió
en un pasado
de pajarracos que emigran
a lugares inseguros.

Peregrinos que entrecruzan
líneas de navegación
y lloran al niño que han dejado
en el estiércol.

La ambigüedad somete

-ser hacer trepar seguir
nomeolvides que marchitan-

la ambigüedad ciega
a vejestorios atolondrados
que oscilan como viejos relojes
de cucú cada tarde
entre glorias pasadas
y la tortuga que reposa
en los zapatos nuevos
porque algo nuevo han de tener
si llega viaje.

No visualizan a la muerte
que arropa el lecho de musgos.
No escuchan el rocío donde
se pudren los padres
junto a una flor plástica,
ni siquiera llaman jarra
a la lata de lluvias.

No han podido,
desconocen el sauce,
la tumba de aquella que
pedía el trapito,
“dame el trapito
con que mi hijo durmió
toda la infancia”.

Expulsados de verbos:

-hacer, rehacer,
bordar, desbordar,
palear, pelear-

para que el tiempo
nos devuelva,
para jamás
emprender otro viaje
que el dispuesto
por la cerca.

Da igual, qué contienda,
madre mía, qué contienda
reconocer que se ha estado lejos
con el corazón prisionero.

Los parásitos deambulan
en mi memoria inexacta.
No sé, no sabemos
si es realidad la que soy,
la otra, los otros que fuimos.

Las termitas carcomen
el granero habitado
de polvo, rincones oscuros
donde es fatal meter pie,
y en fin de misión
doy luz,

contraigo la vagina,
me doblo en dos,
frente a cualquier curandera
que arranca fetos con
percheros afilados,

perchas que nunca vistieron
esta desnudez de extinta infante
de lazo y flores secas

una vez más en paritorio
inacabada, impotente
he venido
a restregar sangre,

la que da el cuerpo
por el bajo vientre
y mira la palabra
recién nacida,
sin gritar. 

 

de "Breviario de margaritas", Editions Hoy no he visto el paraíso, marzo, 2013

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.