**~Me Quedo Aquí XXXII y XXXIII~**

**~EMYZAG~**

Me Quedo Aquí XXXII



Si Júpiter quedó en el vacío,

si Venus quedó sin amor, 

sí Neptuno nos vigila,

si Marte se fue de la órbita,

si Saturno se quedó fuera,

¿La Tierra será lo mejor para vivir?,

si soy como la Tierra,

y como un monolito,

erguido, veraz y muy sostenible,

feraz y muy atroz,

como un palo erguido,

fuerte y muy penetrante,

cuando arde el deseo de ser como el palo,

pero, la mano que lo sostiene,

es de acero, plomo y hierro,

cuando en el alma y en el corazón,

no se detiene la forma de creer,

y si crees, pues, seré como el MonteCristo,

vengando la vida, el honor y la virtud,

cuando en el corazón,

no va más la tristeza,

cuando en la franqueza,

se debate entre el querer y amar,

me quedo aquí,

pues, en el alma y en el corazón,

posiblemente me quedaré con la razón,

en sentir la sola verdad,

que en el instinto y más en la cien,

si ciento de veces dije que no,

que no te amaré más,

si en el alma y en el corazón,

no se detiene la forma de amar,

cuando en el alma y en el deseo,

es lo que poseo más y más,

si en el deseo,

se convierte sin percepción,

y la linda pasión,

como la única verdad que comienza en diferir,

porque en el alma se cuece de frialdades,

me quedo aquí,

como la fría verdad,

y que congela hasta el alma,

cuando en el destino y en el camino,

se aferra la sola idea,

en convertir la sola soledad,

en un desaire único,

cuando no queda ni un solo ritmo,

y ni una percepción en una gota,

y si se agota mi deseo rebota el deseo de envenenar,

el corazón y el alma,

me quedo aquí,

como un transeúnte que no es peregrino,

es como pernoctar en el desierto frío,

porque si Júpiter está vacío,

si Venus fue el amor que no fue pasión,

si Neptuno nos observa de lejos,

si Marte cayó de la órbita,

y si Saturno quedó en el Universo,

¿qué me quedará a mí?,

si en el solo corazón obtuve el dolor,

y el calor se enreda entre las venas,

y sino hay más redención,

que la pasión no hay más que celos,

celos en el camino,

y en el corazón un destino frío,

y si existe en mi corazón una gota de pasión,

es que no se agota lo que provocas,

y en la tentación quedas aquí,

me quedo aquí,

pues, me quedo aquí,

con el dolor a cuestas en el corazón,

y en la razón una vesania,

y sin ausencia,

quedas dispuesto a amar,

con la insensibilidad atenuante,

cuando repercute el destino,

y no la conciencia,

cuando piensas con presencia,

y no con exactitud, prontitud y virtud,

si me desnudas el alma,

con pecar y con tentar por amar,

quedas encima de mi cuerpo,

por ser desnudo y combatir en el frío,

me quedo aquí,

como una penumbra en las sombras desiertas,

porque si Júpiter, Venus, Neptuno, Marte y Saturno,

no me van en mi camino,

jamás pensaré estar allí,

donde la vida arrastra el deseo,

y lo que poseo,

no es ya lo que creo,

me quedo aquí,

pues, la locura es ternura,

cuando soy como cordero degollado,

cuando en el corazón zumba,

y trata de arrancar en el solo camino,

pero, se queda en el medio,

como en el cielo existe un destino frío,

hoy quedo como el desafío,

me quedo aquí,

con la Tierra en guerra,

pues, no hay más pesar que vivir sin paz,

y todo porque la paz no se siente,

porque si sintiera haría ruido,

entonces no sería paz,

cuando no existe Júpiter, Venus, Neptuno, Marte ni Saturno,

porque si existiera,

esos guerreros estuvieran allá,

y no aquí en la Tierra,

haciendo una guerra invisible,

me quedo aquí,

pues, no hay mayor cosa,

que lo que acosa,

una verdad mentira,

y que estira más la falsedad,

que la sola verdad,

porque si existiera la verdad,

seríamos felices,

pero, no es lo peor,

cuando es mejor vivir bajo el foco de luz,

cuando no hay sol,

para mirar el alrededor,

y sin tener las sobras de otros,

me quedo aquí,

pues, no puedo volar en el universo,

pero, sí, descender hacia lo más nefasto…

 

 

Me Quedo Aquí XXXIII



Me quedo aquí,

si me tristuras el alma en trizas,

y no me da abasto,

y en silencio ardo como el fuego en llamas,

no me dejes rota la vida,

cuando brota la más bella rosa,

y ésa soy yo,

me quedo aquí,

cuando en el silencio están mis labios secos de amor,

y en la alborada arden mis deseos,

como en eternos y sabios instantes,

cuando me das el momento más inerte,

como inherente es la osadía de tenerte,

cerca de un mayo florido,

y que caduca como expira lo que inspira,

y si aspiro a tu amor,

no me digas adiós,

cuando efervescentemente yo te amé,

y si me dices que me amas,

más te tendré en mis regocijantes brazos,

y como un abrigo en mi piel,

y se desnudan mis más cálidos anhelos,

cuando me dices que me amas,

pero, tú a mí,

me has dejado de amar,

no me entristezco cuando en la franqueza,

tú, me amaste y no te hice caso,

o sea, que no me interesaste,

ahora eres tú el que me dices adiós,

cuando arde el deseo de envenenar hasta el alma,

y con cianuro del bueno,

cuando arde el deseo de amarte más,

pero, me envenenas junto a la danza de los siete velos,

cuando conjugas los colores,

y me dices que el instinto se aferra a la idea,

en convertir a la razón,

en deidad y en conmísera mala atracción,

me quedo aquí,

cuando en el rumbo a seguir,

persigo una sola cosa,

y es la idea en convertir a lo falso en realidad,

cuando la verdad queda adherida como imán al tiempo,

tiempo al tiempo y verás la verdad,

cuando arde el deseo en convertir la vida en razón,

cuando en el afán de vida,

la vida queda en muerte,

y si, al fin y al cabo,

la vida muere,

y en muerte segura vas pal hoyo,

y sin llevar nada de los que has ganado,

el que te puso a ganar,

que te haga un entierro donde te puedas llevar lo que ganaste,

me quedo aquí,

pues, en el horizonte existe otro país a dónde ir,

sin más ni más,

un poder como lo incierto,

porque el que te dio el podium,

dile que te lleve al cielo,

a ver si puede llevarte a lo máximo,

y no me digas que vuelas,

cuando usted no es un ave,

y si me dices que el cielo es verde,

y yo que le digo que el cielo es azul,

no me contradigas más la vida,

cuando el corazón late a más de 74 por minutos,

y no me digas que no has llegado,

porque la enfermera toma tu pulso,

y no sabes qué,

es un universal corazón,

cuando los latidos son siempre los mismos,

y si mi solo corazón es igual al de usted,

¿qué crees?,

que no es igual en pensamiento, sentido ni palabra,

porque el mío tiene voz y voto,

cuando posee seria potestad,

cuando ganas tu corazón,

es cuando ganas en la vida,

y es una sola sensación,

y es la pasión que liberas y lideras,

cuando arde el significado en cada palabra,

cuando en estrofa y verso,

va el beso de mi alma,

cuando no calma en redención,

la única pasión que lidera en el corazón,

el que te hizo ganar,

dile que siempre te tenga en la cúpula,

y no en el suelo,

donde tus pies van pisando,

dejando una huella indestructible,

como una fuerza en la espera inesperada,

el que te puso a ganar,

dile que lo que ganaste,

fue el camino a tu hogar,

y que en el instinto,

tú vas a estar allí,

para cuando yo muera algún día,

y me digas llévate lo que desees,

cuando ni un bombón te puedes llevar a la fosa,

donde el color rosa,

es como el rubí,

y si tu sarcófago es como el rubí,

y el de otro de barro,

¿cuál es la diferencia?,

si tu cuerpo yace bajo las sombras del dolor,

y en sarcófago que es igual al de otro,

me quedo aquí,

no me digas que el silencio es paz,

cuando arde el deseo en convertir,

a la razón en locura y viceversamente, así,

cuando la vesania arde como el mal tiempo,

y como el deseo,

el que te puso a ganar,

dile que te de su corazón,

a ver si puede,

y sin poder lograr,

el acometido,

en caer de bruces abiertas en el suelo,

por donde el tiempo yace en la comarca,

de un colmenar donde la abeja es reina,

y como reina ha de actuar con un baile sin igual,

me quedo aquí,

cuando en el corazón arde de temor,

como en la ira un sólo coraje,

pero, no, no me digas adiós,

cuando realmente yo fui la que te dijo primero adiós… 




Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez

Seudónimo: EMYZAG

 

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de octubre de 2025 a las 00:02
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 4
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