Carta a mi abuelornrnEs octubre, el aire huele a mandarina. Ya es otoño y se oscurece más temprano. No he visto aún las flores de cempasúchil en los mercados, pero ya he comido pan de muerto con chocolate. Este año pensé en poner un altar de muertos, pues en mi vida ya hay muertos. Es el primer año que lo haré... Hace frío en el alma, se siente la ausencia y el dolor de la nostalgia. El café de olla ayuda un poco. No tengo fotos físicas; todo es digital. Pensé en imprimir algunas, seleccioné muchas y me encontré con la necesidad de que fueran tangibles.rnrnRecordé los domingos en tu casa, cuando nos llevabas a misa de niños en el templo de San Juan Bosco y, al salir, nos comprabas una paleta de café con leche de 2 pesos. Extraño muchas cosas. Recordé despertar y escuchar música que provenía de la cocina, cómo gritabas "¡chiquillas, a desayunar!" e ir corriendo para verte bailar mientras servías el desayuno: frijoles con queso, café con leche y su buen pan dulce. Hacer sobre mesa, contando tus anécdotas mientras me dejabas cortar tus pastillas por mitades.rnrnRecordé cómo llegábamos a tu cuarto para pedirte que nos pusieras vinilos de Maricela o Timbiriche, que sacaras tus álbumes de fotos y ver caras de desconocidos para que nos contaras quiénes eran y sus historias, hasta que tenías que ir a trabajar. Recordé cómo llegábamos a ver la tele a tu cuarto y quitarte espacio en la cama, juntos con los gatos.rnrnSabes, desde que te fuiste, pocas veces hablamos de ti porque siempre duele y lloramos. De todos mis muertos, a ti te extraño más, abuelo. Cuando nos contabas tu vida, pensaba: "Haré un libro de este hombre; es fascinante". No he conocido persona que cuente su vida como tú. Eras el arte de mi vida. Aprendí a amar las películas en blanco y negro, adorar la música y, sobre todo, los vinilos (no tengo muchos, son caros y no soy muy buena cuidándolos). Aprecio el dibujo. Sabes, me casé y mi esposo dibuja muy bien; a él le hablo mucho de ti. Le conté que fuiste caricaturista en el Parián.rnrnEn fin, te extraño y extraño ser niña. Solo conociste esa versión de mí. No sé qué pensarías de esta versión de mí más adulta. Quisiera seguir escribiendo más cosas de ti y nuestros recuerdos para que el mundo te conozca y te ame como yo.rnrnHasta pronto, abuelo. Te escribe Chayote, la niña de los ojos gachos.
- Autores: MishellS. (Seudónimo)
- Se ve: Todos los versos
- Publicado: 14 de octubre de 2025 a las 20:38
- Límite: 6 estrofas
- Invitados: Amigos (pueden participar los usuarios en su lista de amigos)
- Comentario del autor sobre el poema: Escribe una carta a aquellos seres queridos que ya no están con nosotros. Comparte tus recuerdos, tus sentimientos y tus emociones con respeto. Este ejercicio tiene como objetivo recordar y evocar a la persona ausente de manera noble y sincera.
- Categoría: Carta
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