Cuando creí tener el mundo en mis manos,
el destino cambió la ruta sin avisar,
como viento invisible que rompe los planos,
y me obliga a caer para volver a volar.
Un giro inesperado, un salto al vacío,
donde el ayer se esfuma y el futuro es incierto,
la vida me enseña en su lenguaje frío
que nada es permanente, todo es descubierto.
En ese vuelco amargo nace la esperanza,
una nueva historia se abre sin temor,
porque en cada giro se rompe la balanza,
y el alma se fortalece en su propio ardor.
No temo al cambio, ni a la despedida,
pues en cada giro renace la vida.
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Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 14 de octubre de 2025 a las 10:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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