Se fue

Dulce

 

A ella no le hubiese importado perder la fe, la esperanza ni siquiera la vergüenza, pero su sombra no solo era su compañera sino la que la mantenía en hora para transitar la vida.

Desde tiempos remotos no había antecedentes de semejante catástrofe, que fantástica visión tendría Dios cuando creó la luz y la sombra.

¿Cuándo no sabemos si hemos progresado que hacemos? ...miramos nuestras oscuridades, nuestras sombras, que son las que iluminan la conciencia, parece contradictorio, pero así funciona, continúo…

Pensó ir a comprarse una, si ya casi todo estaba inventado debería haber un lugar donde conseguir otra sombra que la acompañe, que la asuste, que juegue contra la pared haciendo figuras chinescas antes de irse a dormir, que junte hojitas secas dos pasos detrás de los suyos con el mismo gesto o que moleste a otras sombras.

Una sombra es un espejo…no esos espejos brillantes donde uno se puede mirar en la individualidad del ego, no hay nada más egoísta que reflejar la propia oscuridad.

Debía encontrar la de ella, era testigo fiel de tantas cosas…además se sentía traslúcida, aunque nadie lo notara.

¿Se habría cansado de acompañarla?

¿Se habrá terminado el contrato?

Al fin y al cabo, siempre había elegido adónde ir sin consultarla…y en un segundo comprendió … ¡pobre mi sombra enamorada! Si decidió irse me hubiese dejado una carta, no había antecedentes escritos en siglos a la redonda, del abandono de sombras, y menos por ir detrás de otra sombra solo por amor.

 

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Comentarios +

Comentarios3

  • benchy43

    Muy lindo! Me atrapó, de veras.

    Que tengas felices sueños.

    Ruben.

    • Dulce

      Gracias Ruben, tu tambien sueña lindo, cariños

    • alicia perez hernandez

      Interesante de principio a fin la lectura de tu prosa. Abrazos eternos mi Dulce amiga y bella Dulce

      • Dulce

        Gracias Alicia por tu comentario, apapacho

      • Josué Jaldin

        Única. Saludos y abrazos, mi querida poetisa.



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