Suspiros y Besos

Annabeth de León

Desnudo tu silencio con mi boca,
y beso la frontera de tu pecho,
mi labio es llama, altar, delirio estrecho,
que al roce de tu piel sinfonía toca.

Tu cuello es mi plegaria que sofoca,
tu vientre, mi ritual, mi dulce lecho.
Te beso y hasta el tiempo queda deshecho,
y el mundo se disuelve en esta loca

pasión que me consume sin medida.
Tus muslos son mi templo, mi destino,
y en cada beso nace nueva vida.

Te adoro sin pudor, sin ley, clandestino
mi boca es sacerdotisa encendida,
y tú, mi dios de carne, mi camino.

 

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