para siempre amor, para siempre.

poetanostalgica

no volverás a recordar mis manos

 

que no fueron nada más

 

que dos miserables extensiones creadas

 

para tocarte

 

y ahora serán la prueba fehaciente de la inutilidad

 

amputadas de su único propósito

 

dos colgajos ungidos de la infamia

 

de ser arrebatados de ti

 

no volverás a recordar mis manos

 

y yo sabré que las tuyas

 

que antaño conocían mi cuerpo

 

como si hubieran sido las manos alfareras

 

que me construyeron a su imagen y semejanza

 

aprenderán nuevos ademanes

 

y tus dedos se educarán en nuevos gestos

 

que yo nunca entenderé

 

y serás la patria de caricias que nunca más llevarán mi nombre

 

y querrás colonizar tu amor en otros cuerpos porque el mío fue demasiado pródigo en congoja para que edifiques un hogar en mí. 

 

y ya no estaré en los lugares donde el tiempo me moldeó para esperarte

 

porque las ratas de tu desmemoria enraizadas en mis venas como las profetas de mi infortunio comerán de mí hasta que Dios en su ominosa negligencia se olvide que alguna vez fui una carne ungida de la esperanza de tu regreso

 

y ya no te nombraré en los días venideros porque tu nombre en otra boca me será ajeno / será otro / no el que yo te di no con que te santifiqué con mi lengua

 

tu nombre una vez más llenará otras bocas las alimentará de ternura será la certeza de la promesa / de la esperanza

 

porque tu nombre llenará otras bocas y será el himno de una patria hermosa y fértil una tierra prometida a la que yo nunca podré nacionalizarme porque me exiliarás para siempre de tu memoria.

 

y tu palabra será el dialecto fundamental

 

de los que tienen reciprocidad

 

yo en cambio apátrido de tu misericordia

 

no podré recordar cómo parafrasearte

 

porque solo escucharé de tu boca

 

una lengua extinta que no sabré hablar

 

y para mí solo será

 

un atisbo de palabra incomprensible

 

una frágil tentativa de buscar con ahínco

 

escudriñar en la médula corrupta

 

de tu silencio

 

no entenderé el miedo

 

que te habita

 

y te sigue haciendo huir

 

no sabré cómo apaciguarlo

 

no sabré / ni querrás enseñarme

 

cómo arrancar de raíz la agonía atroz

 

de tu melancolía

 

para lograr que pudieras quedarte

 

y seguiré evocándote desde el vientre de la agonía

 

atragantado por las tinieblas de la placenta

 

de tu desahucio

 

te escribiré un triste poema

 

me ofreceré a la noche purulenta

 

me entregaré a un tango funesto

 

como mi único padre nuestro

 

y me preguntaré

 

en qué verso tallado con saña

 

de tu lengua impía

 

me ofrecerá a esta desolación carnívora

 

y me preguntaré

 

qué parte de mi lenguaje

 

no te pudo conmover

 

y querré que este verbo

 

que estoy conjugando en tu ausencia

 

se clave en ti como un estigma

 

que no puedas erradicar de tus huesos.

 

y ya no podremos recuperar

 

lo que nunca fue / lo que pudo haber sido

 

porque solo existió

 

en la ingenuidad de mi deseo

 

y tu abandono

 

será el cianuro que infecte

 

mi sangre

 

y tu silencio

 

me borrará por fin

 

del mundo

 

mi cuerpo huérfano de ti

 

quedará reducido a un esperpento

 

ungido de úlceras purulentas

 

bosquejando la figura pérfida de tu rostro

 

me habré perdido en el abismo

 

donde mi ternura para ti estéril y repugnante

 

nunca más

 

podrá alcanzarte

 

y tu ausencia

 

será la cruz que me sepulte

 

crucificado en la nostalgia en los colmillos

 

de mi necrótica noche

 

y tu olvido

 

invocará el ósculo blasfemo

 

de mi fatídica muerte

 

para siempre

 

amor

 

para siempre.

 

 

 

Jennifer Abril ©

13/10/2025

  • Autor: poetanostalgica (Online Online)
  • Publicado: 13 de octubre de 2025 a las 08:17
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 1
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