Hizo notoria su presencia
al bajar de aquel escaso bote,
asida del ala de su blanco sombrero.
Ataviada de un níveo
y almidonado lino
que ondulaba al viento,
caminó contando los pasos.
Apresurada subió
el solitario cerro,
divisó la profundidad del deseo
y éxtasis del ocaso.
Frente al mar compartió
su enigmática majestuosidad,
se hundió plácida en su inhóspita confusión.
Caminó surcando
la mansa orilla,
esquivando su sinuosa marca.
Cabalgó el viejo muelle,
danzó un siglo alrededor
de aquella espesa luna.
Miró y transitó
la infinita cúpula nocturna
con todos sus signos astrológicos.
Apagó su mirada,
cerró la cripta
de esos enigmáticos pensamientos
que la atormentan.
Así como llegó se marchó,
fue un día de ambiguas dadivas
al tiempo que la posee.
12-10-2025
-
Autor:
Humberto Frontado (
Offline)
- Publicado: 12 de octubre de 2025 a las 22:23
- Comentario del autor sobre el poema: Es un poema que no ofrece respuestas, sino que se complace en la exploración del misterio. Equilibra la imagen de la majestuosidad divina con el pathos de un ser atormentado por su propio don, deja una sensación de asombro, belleza y una inquietud profunda ante lo inefable.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Humberto, que hermoso poema.
Me ha encantado su ritmo y sensibilidad.
Abrazos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.