Las noches del palacio se volvieron su refugio.
Bajo el perfume de las rosas, el Surtán la visitaba en secreto.
Ella le contaba historias del desierto, de su infancia perdida, de la libertad que había olvidado.
Él, en cambio, le hablaba del peso de la corona, del miedo a la traición y del vacío de la riqueza.
Juntos encontraban consuelo en las sombras.
Eran como dos estrellas escondidas que brillaban en un cielo prohibido.
Pero los ojos del palacio todo lo ven.
Las otras sultanas comenzaron a murmurar.
La envidia se deslizó entre los pasillos como serpiente silenciosa.
Ella fue humillada, despreciada, atacada con palabras venenosas.
Y aun así, no respondió con odio.
Solo sonrió con tristeza.
Porque sabía que el amor que la sostenía era más fuerte que la crueldad del mundo.
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Autor:
starmoon (
Offline)
- Publicado: 10 de octubre de 2025 a las 01:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética, EmilianoDR, Alma Eterna
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