Ojos de algarrobo

Guadalupe Eugenia

de un café clarito, canela y almendras 
aveces oscurecidos como la tierra húmeda o el chocolate
ojos brillantes de deseos y esperanzas 
aveces acompañados de un rojo sereno por el miedo y la garganta muda
ojos que aman profundamente los días, el alba que comienza con un rojo intenso desciende a un naranja vibrante y al último una esfera impotente nos da los buenos días y la buena vida con su destello profundo
ojos que leen historias y de repente están viendo el origen del mundo, dónde solo habitaban los organismos unicelulares, las biomoléculas y los minerales, que con el pasar de los años la eterna glaciacion  enfría todo el planeta, el tiempo se congela, la vista se vuelve blanca nieve, las montañas y los mares se convierten en cristales de agua.
En el transcurso del tiempo el hielo desciende, la tierra toma una cierta estabilidad con una corteza suficientemente espesa y rígida, aparece el oxígeno y el nitrógeno preparando el escenario para la proliferación y evolución de la vida.
De pronto los ojos ven apoyar la lapicera contra el papel y plasman sus recuerdos, historias y sentires en un cuadernito de bolsillo, desde unos ojos de algarrobo.

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