A la luz del tenue brillo de un cigarrillo,
un pensamiento vino a mi mente:
¿Qué he hecho bien para merecerte?
Si he de decirte amada mía, que Aun con la muerte,
mi alma seguiría sujeta a la tuya.
Es tan grande mi dicha,
que aun en la desdicha
tu luz alumbra mi camino.
Eres tú mi musa, mi inspiración,
la que me roba el aliento
con el solo eco de su voz.
Oh tú, amada mía,
que mi vida se entrelace con la tuya,
haciendo un solo ser por la eternidad.
Te amo como a nadie,
y te elijo una y otra vez, sin pensarlo.
No existe razón para dudar:
Que eres tú quien le da brillo
a esta alma oscurecida.
Sueña con mis besos, amada mía,
que mi alma y mi corazón
seguirán ligados a los tuyos
por qué es Dios quien así lo dispuso
Y no hay poder en esta tierra
que cambie esto eterno que siento por ti.
Te amo.
Luz de Flores
-
Autor:
Luz de Flores (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2025 a las 16:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: luisp.rodriguezflores, Teltiatzin, sardach, Mauro Enrique Lopez Z., Carlos Baldelomar, EmilianoDR, Mª Pilar Luna Calvo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.