Es así: El néctar susurra tu vivo recuerdo.
Mi memoria se aferra a ti cual hierro ardiente,
como luz abrasadora del camino,
mi piel palpita en el silencio.
Va abriéndose ante mí una flor en la albura.
Quiere sentirte y vivirte desde dentro,
trascender juntos la vida explorándonos,
conociéndonos verso por verso.
Acepto, mi amor, que no siempre estuve,
pero morí para volver a ti desde las brasas al fuego
Tú estabas ahí y me sostenías de pie
para no caer nunca jamás, ¿estaría reviviendo?
Por eso todos mis recuerdos se enlazan en ti
como si siguieran tu camino de memoria.
Sin saber nada de mí, sólo oyen el ruido de esa flor:
"¡Cuánta belleza en luz!
¡Cuánta blancura se adueña de tu ser sempiterno!"
Desearía abrazarte para empezar a existir
como lo sentí cuando posaste tus ojos en mí primero.
Acariciaste mi mirada tan intensamente que me dije:
"Te haría el amor hasta en mi pensamiento..."
Una y otra vez quise espantar al demonio oscuro
¿Acaso es posible vivir nuestra historia sin tiempo?
Hoy regreso a tu momento y a mi deseo de recordar
lo valioso que fuiste y lo valioso que serás por siempre en mis sueños.
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Autor:
Rosa Mejía (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de octubre de 2025 a las 15:36
- Comentario del autor sobre el poema: Anhelos profundos, deseos ocultos, amores fecundos, que se sostienen en el alma.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Mª Pilar Luna Calvo, Santiago Alboherna, Lualpri, WandaAngel, sardach, Salvador Santoyo Sánchez, JUSTO ALDÚ
Comentarios1
cuando el amor es tan intenso, perdura, a pesar del tiempo ...
Las mujeres amamos con intensidad cuando el amor es de verdad. Gracias por tu comentario, Santiago 🙂
🙂
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