Adiós Con Gratitud

Adiós Con Gratitud 

Con los instantes de dicha compartida
que atesoro en lo más hondo de mi alma,
aquellos susurros bajo la luna llena,
las promesas que cruzamos en la noche serena,
y el eco de tu risa que en mi pecho calma.

Hoy me alejo en silencio por tu voluntad expresa,
entendiendo que este viaje debe llegar a su fin,
cargaré con el peso de tu última decisión,
guardando en mi equipaje cada bella ilusión,
y este corazón herido que se parte en un jardín.

Aunque el sendero que escogimos ya no pueda caminar,
nunca negaré la alegría que floreció en mi ser,
cada mañana a tu lado fue un regalo del destino,
un pedacito de cielo que llegó a ser tan divino,
y por eso en mis recuerdos seguirás sin envejecer.

Desde la lejanía donde mi vida proseguirá,
te envío con el viento mis más sinceros deseos,
que encuentres en tu camino plenitud y nueva calma,
que el sol ilumine siempre la vereda de tu alma,
y que la paz more en ti disipando toda tu sombra.

Intentaré, lo prometo, seguir con mi existir,
bordando nuevos sueños con hilos de diferente color,
buscando en el horizonte un nuevo amanecer,
aprendiendo poco a poco otra forma de querer,
mientras sanan con los meses esta punzada de dolor.

Pero jamás podrán borrar de mi memoria frágil,
la esencia de tu ser que en mi interior vive,
el brillo de tus ojos cuando mirabas con dulzura,
la ternura compartida en una simple caricia pura,
y el fuego de un cariño que solo a ti puede pertenecer.

Así, con gratitud inmensa por lo que juntos logramos,
por las flores que plantamos en el suelo de este amor,
aunque el invierno llegara antes de lo esperado,
no hay espacio en mi interior para un sentimiento de ira,
solo agradezco el milagro de nuestro ayer.

Y al dar este último paso, soltando tu mano al viento,
te llevo conmigo en un rincón dulce y callado,
allí donde no existen las distancias ni las horas,
solo el latir tranquilo de esos momentos que atesora
un amor que se despide, pero nunca ha terminado.

—Luis Barreda/LAB