En el reino de la infancia, donde la magia habita,
"31 Minutos" resuena, una alegre visita.
Calcetín con Rombos Man, un héroe singular,
Tulio Triviño al mando, un show sin igual.
Desde Plaza Sésamo hasta el oso Balam,
programas que enseñan, que abrazan y calman.
En cada canción, en cada aventura vivida,
una lección aprendida, una emoción sentida.
Pero el tiempo avanza, los años nos alcanzan,
y a veces olvidamos las risas que danzan.
Nos vestimos de serios, de adultos con prisas,
y perdemos de vista las chispas, las risas.
No dejemos que el mundo nos robe el color,
ni que la rutina nos quite el fervor.
Mantengamos viva esa llama infantil,
ese asombro constante, ese espíritu gentil.
Que el adulto conserve al niño interior,
que en cada paso encuentre un nuevo fulgor.
Que la inocencia sea escudo, la alegría el faro,
y que "31 Minutos" siga siendo un claro.
Recordatorio eterno: la felicidad reside
en las cosas sencillas, donde el alma se mide.
No perdamos la magia, ni el gozo, ni el don,
de ser felices siempre, como un eterno "¡Timón!"
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Autor:
Kmony Quiñonez(monina) (
Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2025 a las 00:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, ElidethAbreu, Scarlett-Oru, alicia perez hernandez, Poesía Herética, EmilianoDR, MISHA lg
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