En lo cotidiano también te amo

Adrian

Aunque los días a veces pesen, vos los hacés livianos.

Solo espero poder darte lo mismo: calma, refugio.

Esta noche, antes de dormir, pienso en nosotros… como siempre. 
Tan incondicionales, tan llenos de algo que no necesita explicarse.

Siento que nuestras manos están entrelazando un amor que no quiere soltarse y que tampoco podría hacerlo.

Y sabés… el amor que te doy es tan grande, tan sincero, tan chiquilín a veces. No espero que lo devuelvas igual, porque el amor tiene su propia voz, y la tuya me basta.

Te extraño. Te invito también a hundirte en la nostalgia, en el recuerdo de todo lo que te enamora de mí, de nosotros.

Hoy, en el momento más rutinario de mi vuelta del trabajo, recordé cuando me llamabas sin motivos, o con puros pretextos. Hoy lo seguís haciendo, y te juro que pienso en cada detalle… me reconfortás el alma.

Me reconforta saber que te tengo, que estás, que no te querés ir.

Amo todo de vos: tu tristeza, tu felicidad, tus momentos de alegría, tu vida. Te lo juro.

Soy una chica que atesora todo lo que la hace feliz…Y te confieso algo nuevo hoy: tengo destacados todos tus mensajes de amor, los que me revolvieron el alma de felicidad. Va, me revuelven aún. 

Uno de esos audios tuyos, donde resuena tu voz ronca, tan linda y calma, es el que me enviaste un Martes, 05 de Agosto, 19:36. Uno de mis favoritos. 

Escúchalo. Escuchate tan feliz, tan vibrante.

Me alegrás el alma. Te amo.