No preciso de tu sombra para crecer,
mis raíces son profundas, firmes y fuertes.
El agua que me nutre nace de mi ser,
un manantial eterno que vence a la muerte.
No necesito tus ojos para ver,
mi visión interna es clara y precisa.
El universo entero habita en mi piel,
una constelación de amor que nunca se desliza.
Amo la vida en cada amanecer,
en cada desafío, una nueva lección.
Me celebro a mí, mi eterno querer,
en esta danza donde la alegría es mi canción.
Nada personal, solo proyecciones,
de almas que aún buscan su propio eco.
Sigo viviendo, creando mis acciones,
sin que en otros mi ser encuentre su hueco.
La felicidad no es un puerto ajeno,
sino un faro que guía mi andar.
No la entrego a nadie, es mi pleno,
derecho de amar y de volar sin cesar.
Soy mi propio refugio, mi templo sagrado,
donde la paz florece en cada rincón.
Un ser completo, libre y liberado,
que vive, ama y sueña con pasión.
-
Autor:
Kmony Quiñonez(monina) (
Offline) - Publicado: 7 de octubre de 2025 a las 01:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Martha patricia B, Lualpri, Antonio Pais, Poesía Herética, Salvador Santoyo Sánchez, Mael Lorens

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.