Cada palabra que se vierte
busca un paso firme y cierto,
un sendero ya descubierto
que guía el verso y lo advierte.
El ritmo no miente, se injerte
como brújula en la escritura,
marcando con mesura
cada golpe y cada acento,
como viento en su movimiento
que no olvida su línea pura.
El escritor que no lo atiende
camina torpe en su intento,
pierde fuerza y el buen aliento,
su canto a nada se vende.
Pero aquel que comprende
el pulso que hay tras la palabra,
sabe que el verso se labra
como hierro bajo el martillo,
y aunque tiemble el sencillo brillo,
el corazón en él se abra.
No es cárcel ni es obligación,
solo es guía y armonía,
como mar que cada día
marca su curso en el corazón.
No cierra la imaginación,
ni detiene la emoción,
sino que da paso seguro
al sentir que se hace canto,
y al lector lo toma tanto
como un río al pescador.
Se sienten las olas del ritmo
como sangre en cada línea,
y la palabra que camina
respetando su propio ritmo.
Quien ignora el paso mismo
cayendo va en la desventura,
mas quien sigue la estructura
halla orden en la belleza,
y aunque haya dolor o tristeza,
el verso respira y perdura.
Así se escribe con tino,
sin perder la libertad,
pero con firme verdad
que da pulso al buen camino.
El canto será divino
si respeta su latido,
no como eco fingido
sino como voz viviente,
que persiste eternamente
y en su paso deja sentido.
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Autor:
Loiiz. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de octubre de 2025 a las 15:17
- Comentario del autor sobre el poema: No es fuerza, es arte.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago Alboherna, Antonio Pais, Martha patricia B, Salvador Santoyo Sánchez, Mauro Enrique Lopez Z., Éusoj Nidlaj, MISHA lg

Offline)
Comentarios2
pedazo de poema mi amigo Loiiz, notable
Amigo mío Ventura para aquellos que tienen tan exquisito talento. Los demás solo
somos simples mortales exhibiendo nuestras penurias. Abracitos
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