Aquí estoy, otra vez,
reflexivo,
nostalgico,
sintiendome la mugre que nadie mira,
el trapo que no merece techo ni ternura.
Grito con palabras escritas
lo que mi orgullo se traga cuando sangra;
mi voz es a penas
una sombra sobre el papel,
un eco que no importa.
Soy un puñado de nada,
un mar de vacío,
una pregunta sin respuesta
que se deshace entre sus manos.
El día que me valla
nadie sabrá si fue lunes o jueves.
Nada cambiará.
El amor que le dí ya es un charco seco
y sé, aunque me duela,
que de ella hacia mi
ya no queda nada.
Quizá desapareciendo
se curen los huecos que dejo,
se apague el mal que arrastro,
se alivien las heridas que no supe evitar.
Pero aquí sigo,
escribiendo para no morirme del todo,
porque en cada palabra rota
todavía late un pedacito de mí.
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Autor:
Eco de tinta. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de octubre de 2025 a las 01:51
- Comentario del autor sobre el poema: Simplemente no tengo explicación.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Henry Alejandro Morales, Antonio Pais, El Hombre de la Rosa, EmilianoDR

Offline)
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