No existen los sueños,
solo ensueños irreales que uno cree realizados
hasta que despierta a la realidad…
Y es mejor dejar que las cosas sigan su curso teatral y falso,
para vivir tranquilos...
Porque vivir, finalmente, es fingir…
y no esperar más unicornios de paja...
Solo existen jamelgos famélicos en mis prados...
No soy nadie. Solo un número o un medio entre dos metas...
Eso es.
Mientras siga adelante hay esperanza...
Otros nos seguirán y nos mejorarán...
Nadie es imprescindible bajo el sol.
Pero todos amamos tanto la vida...
No soy un héroe,
solo un hombre vulgar enmedio del océano.
Mi única (des)ventaja es que he recorrido ya unas cuantas millas marinas...
y he visto cosas que no creerías.
Pero aún me quedan tantas por ver...
Hacia nuevos horizontes...
La vida nos depara sorpresas extrañas que no siempre se esperan...
Pilotaré mi barco hacia un ocaso quizás ingrato:
recibes lo que das, dicen algunos…
Somos tan endebles en verdad como castillos de arena
sometidos al vaivén de las olas:
por muy hermosos que lleguen a erguirse,
siempre acaban engullidos por la grácil brisa marítima,
erosionados poco a poco…
No soy más que un gramo de vida en el universo.
Quizás suficiente para sentirme con derecho a sobrevivir...
Pero en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño
y mis pensamientos son hoy tristes y nebulosos...
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Autor:
HARWIN STRONG (
Offline)
- Publicado: 5 de octubre de 2025 a las 07:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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