El duelo de tu último latido

Alma Eterna

Desde el suspiro de tu existencia hasta la última lágrima que llore por tu partida,

cada trozo de mi cuerpo extraña tus latidos cada día.

Tu hermanito, con tan solo dos añitos, presintió tu presencia.

Creamos sueños y anhelos que hoy ya no serán cumplidos.

Duele verte allí en el cielo como ese ángel dorado que cuida cada paso que hemos dado.

Mis pequeños piececitos, los que nunca yo besé.

Ese hermoso par de ojos que desde el cielo miran hoy,

hijo mío, mi pequeño, que los ojos has cerrado.

Te pienso y más te amo cada día y nuevo año.

Ese septiembre que te fuiste de mi vientre tan preciado,

dejaste vacío tu nido y de paso mi corazón destrozado.

Manitos de niño bueno, que jamás podré tomar.

Mi pequeño, te pienso y pido al cielo que te cuiden cada día.

Sé que un día nos veremos, mientras tanto solo vive, en el recuerdo de mi alma, en mis sueños, en mi mente, porque seré tu madre eternamente.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.